Publicaba ayer en mi cuenta de Twitter: » opositores que dicen ‘asesinos’ a policías que no han lanzado ni una bomba lacrimógena y son los únicos heridos en las manifestaciones #mundoalrevés». De todas las cosas que me replicaron, la más repetitiva fue que hemos convertido a los policías en simples guarda espaldas de la gente de Alianza País. Veamos.
Anoche se evidenció, una vez más, la violencia con la que provocan a una fuerza policial, debo decir, madura, contenida, bien formada y liderada por los propios policías (en lo personal siempre le he tenido mucho recelo a la Policía Nacional, pero la reacción de estos días es sencillamente digna de aplauso). La gente que está en la calle no está buscando precisamente ser escuchada, plantear propuestas, proponer caminos. La gente que está en la calle y los que los aúpan en redes sociales, están buscando caos. Dejémonos de eufemismos.
Había dicho yo, cuando el Presidente Correa retiró los proyectos de ley, que a la oposición le quedaba la papa caliente. No me equivoqué. La gran masa de adinerados dejó de salir a las calles los días siguientes. Los que se quedaron no buscaron reivindicaciones adicionales, solo les interesó el golpe de Estado. Queriendo cubrirse por un manto de expresión democrática, se evidenciaron cada vez más virulentos y agresivos.
El miércoles, el Ministro del Interior habló de intentos desestabilizadores que incluían tomarse la Carondelet. De inmediato se mofaron, se sintieron indignados por el «insulto», dijeron que nada que ver.
Anoche, un reducido número de personas violentas, se dejaron en evidencia y mostraron que José Serrano, no estaba tan equivocado. Si no, ¿por qué la insistencia (violencia) para llegar a Carondelet? Sabían que allí estábamos muchas personas que creemos en este proceso. ¿Por qué la provocación, la agresión, el insulto?
La Policía tiene el deber constitucional de precautelar el orden público. ¿Qué tenía que hacer sino evitar un encuentro frente a frente entre un grupo de violentos y un numeroso número de personas que, de forma pacífica, ocupaban la plaza? Leo con incredulidad a personas que parecen inteligentes, quejarse de que la policía protegía a esa gente. Entonces, ¿qué debía hacer? ¿Dejar la cancha libre para qué? Esto no es el colegio cuando dos guambras se querían dar de puñetes y el profesor de educación física los metía en el coliseo a que se trompeen a puño limpio. ¿Quién está buscando un muerto?, ¿a quién le conviene una batalla campal?
A los opositores les debe arder en el alma que hasta ahora no tienen ni una foto de represión con la cual manipular a la opinión pública. Están desesperados buscando algo que los legitime, y nada. Nada.
Es tan vuelta al pasado esta protesta violenta, que se basa en las mismas estrategias de hace diez años. Leí a una amiga decir que Correa no es Lucio. Y los ecuatorianos de ahora no son los de hace diez años, ni las estrategias son las mismas, ni la realidad es la misma. Lo que habían podido conseguir en el mundo virtual lo despilfarraron en la calle. No es como un seudo intelectual dijo ayer sobre que a ellos ya les sobraba calle, en realidad lo que les falta es inteligencia.